Lunes, 6 de abril de 2015
Roberto Piazza: “Luego de 40 años soy mi propio director y presidente”
Auténtico y visceral, el diseñador no pide permiso para decir sus verdades. Un referente indiscutido a nivel nacional e internacional.
Analía de la Llana - adelallana@losandes.com.ar
"Arte, Fantasía y Tango” es el nombre del mega evento que Roberto Piazza llevará a cabo el 13 de abril, con motivo de festejar 40 años en el mundo de la moda argentina, que lo tiene entre sus referentes ineludibles.
Lejos parece avistarse a ese jovencito que, desde su Santa Fe natal, hizo su primer desfile cuando sólo tenía 15 años, un puntapié inicial que lo llevó a ocupar el primer lugar en la moda del país con trascendencia en el exterior.
El desfile, que será dedicado a la memoria de la mendocina Ana María Giunta (su compañera de lucha contra la discriminación), es la perfecta excusa para escucharlo una vez más en cada una de sus apreciaciones.
Nada de cintura en las respuestas, sino más bien una charla llana, en la que Piazza se muestra visceral para describir y argumentar sin tapujos aspectos de su carrera; los falsos esnobismos con los que no comulga y los aspectos políticos y económicos del país que, según sostiene, “no merecemos los laburantes”. Sin desperdicio.
Puro Piazza
Walter, la pareja de Roberto Piazza, atiende el auricular y pide: “Por favor, esperame, ya te paso con Robert”. Una ocasión espontánea que se da y nos permite escuchar por unos minutos, como testigos involuntarios, el repaso del interlocutor acerca de mails, órdenes y contra órdenes del mega desfile show, que Piazza llevará a cabo el lunes 13 de abril en “Señor Tango”, Buenos Aires.
Perfeccionista e irreverente respecto a los cánones “clásicos”, el prolífico Piazza despunta la genialidad en mil detalles y formas de pensar la moda, el arte y el mundo que la define. Le guste a quien le guste, y con suficiente peso propio y virtuosismo, Piazza dice lo que piensa sin pruritos, con la impunidad perpetua de haber ganado su lugar a fuerza de trabajo propio, sin deudas con nadie, ni siquiera con él mismo.
Los arreglos, desde el otro lado del teléfono, parecen concluir y Roberto, el rebelde sin pausa, saluda como si el tiempo estuviera de su lado, mientras un taxi lo espera (según contó) en la puerta del atelier para llevarlo al médico.
“Hola, perdón, estamos en plenos preparativos del mega show. Esto es un verdadero despelote, creeme, pero más allá de todo, el armado final de un evento de estas características genera una adrenalina increíble”, argumenta mientras ríe.
- ¿Nunca perdiste esa sensación en estos 40 años?
- Para nada, la adrenalina que se genera es única y está siempre. ¿Sabés lo que es ver las terminaciones y cierres de cada vestido, espectáculos de música y coreografías que vamos a llevar a cabo en este desfile, y sentir que ha tomado forma algo que laburaste y a lo que le has puesto el alma? Simplemente es indescriptible.
Si te ponés a ver todo lo que hemos armado te das cuenta de las dimensiones y el esfuerzo que representa, pero con el gozo de llegar a buen puerto.
Y ojo, porque esto no es un desfile solamente, sino un espectáculo de artes diversas en escena: baile, música, coreografías, moda, acrobacias y toda una apuesta en maquillaje y estilismo que sinceramente es único. Si bien el Lido de París es maravilloso, este espectáculo que vamos a hacer supera las expectativas que he visto allá.
- ¿Qué características lo hacen único?
- Este evento tiene algo que es muy nuestro, porque no es copia de nada. Es todo de nuestra autoría, desde los vestidos hasta la canción que voy a interpretar.
En pasarela vamos a mostrar 120 vestidos y creaciones, más todo el vestuario de los bailarines (que son 30) y cantantes entre los que me cuento; además de 30 mannequins y toda la gente que trabaja en el back. Hay casi 200 personas trabajando: modistas, maquilladores, estilistas, pintores, zapateros, todos retocando hasta último momento cada detalle para que todo salga perfecto.
- ¿Cómo es sumarle a toda esa adrenalina, un homenaje tan sentido como el que vas a hacer para tu amiga Ana María Giunta?
- Para mí fue terrible la muerte de Ana porque era mi hermana, mi amiga, mi mamá, mi cómplice y todo como dice la canción (bromea). La verdad es que esto lo venía armando hace casi un año atrás.
Empecé por darme cuenta de que cumplía 40 años en la moda... La vida pasa rápido. Me dije a mí mismo: “¡La puta, qué lindo año que me toca para cumplir las cuatro décadas!” Lo digo irónicamente, ya que si fuera un año de prosperidad financiera, no tiramos la casa por la ventana, sino el techo. Si bien en un principio pensé en armar un desfile elegante y sobrio, hablando con mi gente me dijeron: “De ninguna manera Roberto Piazza puede cumplir 40 años en la moda y no festejarlo a lo grande”.
- Cuando ves todo lo andado, ¿qué te pasa por la cabeza con tantos cambios profesionales y personales?
- Yo nunca paré. Acabo de subir una carta abierta en mi Facebook que habla un poco de mí... Una carta abierta a Roberto contando todo lo que yo soy y pienso.
Realmente son 40 años de laburo que llegué a cumplir porque amo mucho mis artes (enfatiza). Tengo en mi vida no sólo a la moda, sino la música, el arte, el teatro, la literatura y filantropía. No hago sólo “ropita” y armo un desfile. En casi 50 años he hecho todo lo que se te ocurra, acá y en el mundo.
Es más, me acuerdo como si fuese la semana pasada cuando hice mi primer desfile en la casa de mi madre, en Santa Fe.
- ¿Qué te pasa con eso?
- Me pone nostálgico y preocupado porque estamos en una situación especial. En realidad trato de disfrutar lo que más puedo lo que vivo, tratando de saber que 40 años de nuevo no voy a cumplir en la moda, porque si lo hago no me voy a dar ni cuenta... ¡Imaginate que voy a estar hecho una momia a los 80 años! (ríe).
- Hablás de preocupaciones respecto al presente del país...
- Me pone pensativo y preocupado, sobre todo, porque estamos en un momento en el país de grandes cambios. Soy un tipo que desconfío mucho de todo el mundo y, como taurino, soy materialista y de la tierra.
Este año fue terrible poder hacer una colección que ameritara cumplir 40 años de carrera, ya que podría haberlo hecho de taquito y así nomás; pero me la jugué. Tenía que festejar cuatro décadas de trayectoria y de bancar esta Argentina difícil, que incluyó vivir la épocas que van desde el proceso argentino hasta hoy. Digamos que tengo “los que te dije” de acero inoxidable.
- ¿Por qué te jugaste en esta puesta de festejo especial?
- No fui a lo mediático sino que puse lo mejor en todo sentido, y no me casé con la mediatez amarilla. Todos te dan consejos cuando en realidad nadie sabe un carajo. Luego de 40 años ya soy director y presidente de mí mismo.
Me dije: “Voy a poner una mannequin que empezó a trabajar conmigo, hace 40 años, y que ahora tiene 62 y es una mujer estupenda... ¡Una diosa! De hecho la voy a incluir como primera mannequin.
Con respecto a todas las chicas mediáticas que traen prensa, que lo vean fuera de pasarela, no me interesa tenerlas arriba de ella. Quiero mujeres estupendas, divinas y que desfilen mi ropa como nadie lo hizo nunca. Sobre todo, que interpreten a Roberto Piazza y sus creaciones.
- ¿A la hora de invitar celebrities pensás igual?
- Seguro, de hecho en un momento me dijeron que por qué no ponía a 40 famosas arriba del escenario desfilando por cada año. A lo que respondí: “No lo voy a hacer por el simple hecho de que en mi carrera, ya lo hice todo”.
Tuve 100 famosas arriba de pasarela, hice desfilar desde Isabel Sarli hasta mi amada gorda Giunta. Fui el primero en poner en pasarela a travestis como Cris Miró, mujeres ancianas, petisas, enanos, y transexuales... Es decir, que he hecho todo lo que se te ocurra, incluyendo tener a todas las famosas y divas en mi pasarela ¿Voy a hacer lo mismo ahora?, ¡ni loco! No me repito.
- ¿Modelos mediáticas fuera?
- Voy a hacer un espectáculo de moda con mujeres estupendas, con personajes, muy diferentes a una modelo mediática que después va a la prensa amarilla y le preguntan del último macho con el que estuvo, o el tipo que la abandonó, menos de mi desfile. En realidad lo que deseo es mostrar alta costura, arte, música, fantasía, baile.
Todo lo que hace al universo que creé en estos 40 años. Le dije a mi agente de prensa que invitara a toda la farándula que aprecio, pero sentada mirando desde abajo, no arriba en el escenario.
- ¿Sentís que algo te ha quedo en el tintero desde lo profesional y personal?
- Siempre te queda algo, lo que pasa es que como estoy muy ocupado y preocupado por que esto salga perfecto, aún no sé qué quedó en el tintero para mí. Encima, a los tres días del desfile, estreno “Piazza Cabaret”; entonces, como que no he tenido mucho tiempo de pensar en esto. En realidad el problema no es qué queda en el tintero sino cómo superar lo que hice este año.
- ¿Y en lo personal?
- Tengo ganas de viajar mucho y de tomarme dos o tres meses sabáticos, porque para mí más de eso es mucho y entro en crisis. Además quiero cambiar algunas cosas de mi vida, cumplo 56 años dentro de un mes y uno se replantea cosas para bien. No hay que sacarse mochilas del hombro, sino más bien cambiarlas.
- ¿Te tentarían con un “Bailando”?
- Ni mamado. Ya estuve en un “Cantando” y no lo haría de nuevo. Nada más lejano. Me alejé de todo eso. Si me dicen de ir como invitado, perfecto, pero meterme otra vez en medio del sistema televisivo amarillo, y tan popular... ¡Ni loco!
- ¿Cómo ves al país en este año de elecciones?
- Lamentablemente estamos en una crisis económica, financiera y cultural muy grande en el país. Estoy preocupado por eso y me toca en diversas áreas: la económica, cultural y filantrópica; no te olvides de que soy presidente de una fundación. Debo ser uno de los pocos en la moda y el arte que se la juega y dice las cosas en la cara. Eso a muchos les genera un poco de escozor, pero la verdad me importa muy poco.
- ¿Te sentís defraudado cuando ves los dimes y diretes de los políticos?
- Me da vergüenza ajena. Siento pena por mí mismo y por todos los argentinos que laburamos. Yo voté y confié en esta gestión, incluso cambié las leyes del Código Penal argentino, luché y sigo adelante. Sin embargo estamos en un año en donde se están matando por el trono de Rivadavia, y da mucha vergüenza.
La avaricia y envidia es terrible en este momento; todo junto alrededor del pobre sillón. Eso sí, ya tengo claro a quién votaría. Me da mucha lástima que Argentina se haya transformado en Verona, una guerra entre Montescos y Capuletos. Ningún argentino merece esto.
- ¿La bandera antidiscriminación te valió muchos encontronazos?
- Yo fui el precursor de destapar la caja de Pandora, cuando conté lo que me pasó en lo personal, y pude cambiar la ley del Código Penal. Conté acerca de mí, y hasta hice denunciar a mi hermano como violador. Creo que salvé muchas vidas y destapé muchas ollas y eso generó, en muchos, odios y amores hacia mí. El costo fue muy alto, pero si salvé la vida de un chico, está bien pago.
- ¿Sos como un atrevido de la vida en el mejor de los sentidos?
- Me tenés que dar un palazo y matarme. Y si me llego a levantar... ¡correte! (ríe).
- Te gusta vivir en Buenos Aires? ¿Te cambió en algo?
- Vivo acá por obligación, pero no cambié en nada. Resisto archivo desde que nací, y no transo con el esnobismo, ni la banalidad. No le chupo las medias a nadie.
- ¿Algo así como lo que pasó con Mirtha y tu encontronazo con ella?
- Con la Legrand quedó todo mal porque le dije que es la mujer más perversa de la Argentina, y seguiré sosteniéndolo hasta que me llame y me diga: “Roberto, disculpame por lo que te dije”.
A Roberto, no a la comunidad homosexual. Yo no obligo a nadie a que me quiera: quereme si querés, pero no me idolatres ni idealices. Soy uno de los pocos que tiene 55 años y pasé mi carrera comiendo arroz o caviar, champagne o jugo según los tiempos, sin por eso cambiar en nada. Sigo siendo el mismo Roberto Piazza que se vino de su Santa Fe natal.
Enlace a la fuente original: http://www.losandes.com.ar/article/roberto-piazza-luego-de-40-anos-soy-mi-propio-director-y-presidente
Lejos parece avistarse a ese jovencito que, desde su Santa Fe natal, hizo su primer desfile cuando sólo tenía 15 años, un puntapié inicial que lo llevó a ocupar el primer lugar en la moda del país con trascendencia en el exterior.
El desfile, que será dedicado a la memoria de la mendocina Ana María Giunta (su compañera de lucha contra la discriminación), es la perfecta excusa para escucharlo una vez más en cada una de sus apreciaciones.
Nada de cintura en las respuestas, sino más bien una charla llana, en la que Piazza se muestra visceral para describir y argumentar sin tapujos aspectos de su carrera; los falsos esnobismos con los que no comulga y los aspectos políticos y económicos del país que, según sostiene, “no merecemos los laburantes”. Sin desperdicio.
Puro Piazza
Walter, la pareja de Roberto Piazza, atiende el auricular y pide: “Por favor, esperame, ya te paso con Robert”. Una ocasión espontánea que se da y nos permite escuchar por unos minutos, como testigos involuntarios, el repaso del interlocutor acerca de mails, órdenes y contra órdenes del mega desfile show, que Piazza llevará a cabo el lunes 13 de abril en “Señor Tango”, Buenos Aires.
Perfeccionista e irreverente respecto a los cánones “clásicos”, el prolífico Piazza despunta la genialidad en mil detalles y formas de pensar la moda, el arte y el mundo que la define. Le guste a quien le guste, y con suficiente peso propio y virtuosismo, Piazza dice lo que piensa sin pruritos, con la impunidad perpetua de haber ganado su lugar a fuerza de trabajo propio, sin deudas con nadie, ni siquiera con él mismo.
Los arreglos, desde el otro lado del teléfono, parecen concluir y Roberto, el rebelde sin pausa, saluda como si el tiempo estuviera de su lado, mientras un taxi lo espera (según contó) en la puerta del atelier para llevarlo al médico.
“Hola, perdón, estamos en plenos preparativos del mega show. Esto es un verdadero despelote, creeme, pero más allá de todo, el armado final de un evento de estas características genera una adrenalina increíble”, argumenta mientras ríe.
- ¿Nunca perdiste esa sensación en estos 40 años?
- Para nada, la adrenalina que se genera es única y está siempre. ¿Sabés lo que es ver las terminaciones y cierres de cada vestido, espectáculos de música y coreografías que vamos a llevar a cabo en este desfile, y sentir que ha tomado forma algo que laburaste y a lo que le has puesto el alma? Simplemente es indescriptible.
Si te ponés a ver todo lo que hemos armado te das cuenta de las dimensiones y el esfuerzo que representa, pero con el gozo de llegar a buen puerto.
Y ojo, porque esto no es un desfile solamente, sino un espectáculo de artes diversas en escena: baile, música, coreografías, moda, acrobacias y toda una apuesta en maquillaje y estilismo que sinceramente es único. Si bien el Lido de París es maravilloso, este espectáculo que vamos a hacer supera las expectativas que he visto allá.
- ¿Qué características lo hacen único?
- Este evento tiene algo que es muy nuestro, porque no es copia de nada. Es todo de nuestra autoría, desde los vestidos hasta la canción que voy a interpretar.
En pasarela vamos a mostrar 120 vestidos y creaciones, más todo el vestuario de los bailarines (que son 30) y cantantes entre los que me cuento; además de 30 mannequins y toda la gente que trabaja en el back. Hay casi 200 personas trabajando: modistas, maquilladores, estilistas, pintores, zapateros, todos retocando hasta último momento cada detalle para que todo salga perfecto.
- ¿Cómo es sumarle a toda esa adrenalina, un homenaje tan sentido como el que vas a hacer para tu amiga Ana María Giunta?
- Para mí fue terrible la muerte de Ana porque era mi hermana, mi amiga, mi mamá, mi cómplice y todo como dice la canción (bromea). La verdad es que esto lo venía armando hace casi un año atrás.
Empecé por darme cuenta de que cumplía 40 años en la moda... La vida pasa rápido. Me dije a mí mismo: “¡La puta, qué lindo año que me toca para cumplir las cuatro décadas!” Lo digo irónicamente, ya que si fuera un año de prosperidad financiera, no tiramos la casa por la ventana, sino el techo. Si bien en un principio pensé en armar un desfile elegante y sobrio, hablando con mi gente me dijeron: “De ninguna manera Roberto Piazza puede cumplir 40 años en la moda y no festejarlo a lo grande”.
- Cuando ves todo lo andado, ¿qué te pasa por la cabeza con tantos cambios profesionales y personales?
- Yo nunca paré. Acabo de subir una carta abierta en mi Facebook que habla un poco de mí... Una carta abierta a Roberto contando todo lo que yo soy y pienso.
Realmente son 40 años de laburo que llegué a cumplir porque amo mucho mis artes (enfatiza). Tengo en mi vida no sólo a la moda, sino la música, el arte, el teatro, la literatura y filantropía. No hago sólo “ropita” y armo un desfile. En casi 50 años he hecho todo lo que se te ocurra, acá y en el mundo.
Es más, me acuerdo como si fuese la semana pasada cuando hice mi primer desfile en la casa de mi madre, en Santa Fe.
- ¿Qué te pasa con eso?
- Me pone nostálgico y preocupado porque estamos en una situación especial. En realidad trato de disfrutar lo que más puedo lo que vivo, tratando de saber que 40 años de nuevo no voy a cumplir en la moda, porque si lo hago no me voy a dar ni cuenta... ¡Imaginate que voy a estar hecho una momia a los 80 años! (ríe).
- Hablás de preocupaciones respecto al presente del país...
- Me pone pensativo y preocupado, sobre todo, porque estamos en un momento en el país de grandes cambios. Soy un tipo que desconfío mucho de todo el mundo y, como taurino, soy materialista y de la tierra.
Este año fue terrible poder hacer una colección que ameritara cumplir 40 años de carrera, ya que podría haberlo hecho de taquito y así nomás; pero me la jugué. Tenía que festejar cuatro décadas de trayectoria y de bancar esta Argentina difícil, que incluyó vivir la épocas que van desde el proceso argentino hasta hoy. Digamos que tengo “los que te dije” de acero inoxidable.
- ¿Por qué te jugaste en esta puesta de festejo especial?
- No fui a lo mediático sino que puse lo mejor en todo sentido, y no me casé con la mediatez amarilla. Todos te dan consejos cuando en realidad nadie sabe un carajo. Luego de 40 años ya soy director y presidente de mí mismo.
Me dije: “Voy a poner una mannequin que empezó a trabajar conmigo, hace 40 años, y que ahora tiene 62 y es una mujer estupenda... ¡Una diosa! De hecho la voy a incluir como primera mannequin.
Con respecto a todas las chicas mediáticas que traen prensa, que lo vean fuera de pasarela, no me interesa tenerlas arriba de ella. Quiero mujeres estupendas, divinas y que desfilen mi ropa como nadie lo hizo nunca. Sobre todo, que interpreten a Roberto Piazza y sus creaciones.
- ¿A la hora de invitar celebrities pensás igual?
- Seguro, de hecho en un momento me dijeron que por qué no ponía a 40 famosas arriba del escenario desfilando por cada año. A lo que respondí: “No lo voy a hacer por el simple hecho de que en mi carrera, ya lo hice todo”.
Tuve 100 famosas arriba de pasarela, hice desfilar desde Isabel Sarli hasta mi amada gorda Giunta. Fui el primero en poner en pasarela a travestis como Cris Miró, mujeres ancianas, petisas, enanos, y transexuales... Es decir, que he hecho todo lo que se te ocurra, incluyendo tener a todas las famosas y divas en mi pasarela ¿Voy a hacer lo mismo ahora?, ¡ni loco! No me repito.
- ¿Modelos mediáticas fuera?
- Voy a hacer un espectáculo de moda con mujeres estupendas, con personajes, muy diferentes a una modelo mediática que después va a la prensa amarilla y le preguntan del último macho con el que estuvo, o el tipo que la abandonó, menos de mi desfile. En realidad lo que deseo es mostrar alta costura, arte, música, fantasía, baile.
Todo lo que hace al universo que creé en estos 40 años. Le dije a mi agente de prensa que invitara a toda la farándula que aprecio, pero sentada mirando desde abajo, no arriba en el escenario.
- ¿Sentís que algo te ha quedo en el tintero desde lo profesional y personal?
- Siempre te queda algo, lo que pasa es que como estoy muy ocupado y preocupado por que esto salga perfecto, aún no sé qué quedó en el tintero para mí. Encima, a los tres días del desfile, estreno “Piazza Cabaret”; entonces, como que no he tenido mucho tiempo de pensar en esto. En realidad el problema no es qué queda en el tintero sino cómo superar lo que hice este año.
- ¿Y en lo personal?
- Tengo ganas de viajar mucho y de tomarme dos o tres meses sabáticos, porque para mí más de eso es mucho y entro en crisis. Además quiero cambiar algunas cosas de mi vida, cumplo 56 años dentro de un mes y uno se replantea cosas para bien. No hay que sacarse mochilas del hombro, sino más bien cambiarlas.
- ¿Te tentarían con un “Bailando”?
- Ni mamado. Ya estuve en un “Cantando” y no lo haría de nuevo. Nada más lejano. Me alejé de todo eso. Si me dicen de ir como invitado, perfecto, pero meterme otra vez en medio del sistema televisivo amarillo, y tan popular... ¡Ni loco!
- ¿Cómo ves al país en este año de elecciones?
- Lamentablemente estamos en una crisis económica, financiera y cultural muy grande en el país. Estoy preocupado por eso y me toca en diversas áreas: la económica, cultural y filantrópica; no te olvides de que soy presidente de una fundación. Debo ser uno de los pocos en la moda y el arte que se la juega y dice las cosas en la cara. Eso a muchos les genera un poco de escozor, pero la verdad me importa muy poco.
- ¿Te sentís defraudado cuando ves los dimes y diretes de los políticos?
- Me da vergüenza ajena. Siento pena por mí mismo y por todos los argentinos que laburamos. Yo voté y confié en esta gestión, incluso cambié las leyes del Código Penal argentino, luché y sigo adelante. Sin embargo estamos en un año en donde se están matando por el trono de Rivadavia, y da mucha vergüenza.
La avaricia y envidia es terrible en este momento; todo junto alrededor del pobre sillón. Eso sí, ya tengo claro a quién votaría. Me da mucha lástima que Argentina se haya transformado en Verona, una guerra entre Montescos y Capuletos. Ningún argentino merece esto.
- ¿La bandera antidiscriminación te valió muchos encontronazos?
- Yo fui el precursor de destapar la caja de Pandora, cuando conté lo que me pasó en lo personal, y pude cambiar la ley del Código Penal. Conté acerca de mí, y hasta hice denunciar a mi hermano como violador. Creo que salvé muchas vidas y destapé muchas ollas y eso generó, en muchos, odios y amores hacia mí. El costo fue muy alto, pero si salvé la vida de un chico, está bien pago.
- ¿Sos como un atrevido de la vida en el mejor de los sentidos?
- Me tenés que dar un palazo y matarme. Y si me llego a levantar... ¡correte! (ríe).
- Te gusta vivir en Buenos Aires? ¿Te cambió en algo?
- Vivo acá por obligación, pero no cambié en nada. Resisto archivo desde que nací, y no transo con el esnobismo, ni la banalidad. No le chupo las medias a nadie.
- ¿Algo así como lo que pasó con Mirtha y tu encontronazo con ella?
- Con la Legrand quedó todo mal porque le dije que es la mujer más perversa de la Argentina, y seguiré sosteniéndolo hasta que me llame y me diga: “Roberto, disculpame por lo que te dije”.
A Roberto, no a la comunidad homosexual. Yo no obligo a nadie a que me quiera: quereme si querés, pero no me idolatres ni idealices. Soy uno de los pocos que tiene 55 años y pasé mi carrera comiendo arroz o caviar, champagne o jugo según los tiempos, sin por eso cambiar en nada. Sigo siendo el mismo Roberto Piazza que se vino de su Santa Fe natal.
Enlace a la fuente original: http://www.losandes.com.ar/article/roberto-piazza-luego-de-40-anos-soy-mi-propio-director-y-presidente